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REUNA instaló el nodo más alto del mundo, a más de 5.000 metros de altitud

REUNA instaló el nodo más alto del mundo, a más de 5.000 metros de altitud

El Punto de Presencia de la red académica chilena permitirá conectar de manera directa los numerosos proyectos astronómicos que se instalarán en el Llano de Chajnantor, en el Desierto de Atacama, para transmitir los datos generados por estos a través de las redes globales para I+E

Autor: Carolina Muñoz (REUNA). Desde su entrada en operación en 2013, el Observatorio ALMA ha estado conectado a REUNA, viendo en la Corporación a un socio estratégico para abordar los importantes desafíos tecnológicos y operacionales que implica conectar el radiotelescopio más grande del mundo a las redes globales de investigación y educación, con el fin de transportar de manera rápida y segura la enorme cantidad de datos que genera diariamente hasta Santiago (donde está su archivo principal), y desde allí hacia sus archivos regionales, ubicados en Asia del Este, Europa y Norteamérica. En el marco de esta alianza, ambas instituciones han establecido un nuevo acuerdo para instalar y operar un Punto de Presencia (PoP) de la red de REUNA en el edificio técnico del Sitio de Operaciones (AOS) de ALMA, en pleno Llano de Chajnantor, región de Antofagasta.

La ejecución de este proyecto ya comenzó y el 26 de abril fue instalado el equipamiento de REUNA en AOS, encontrándose actualmente en etapa de pruebas. La implementación de este PoP marca un hito, al ser el primer nodo perteneciente a una Red Nacional de Investigación y Educación en operar a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar. Su propósito, es conectar a cerca de doce proyectos astronómicos que se instalarán en las inmediaciones de ALMA –que representan intereses científicos de países de Asia, Europa, América del Norte y Sur–, a la red de alta velocidad de REUNA, para enviar los datos generados por estos, casi en tiempo real, hasta cualquier lugar del mundo donde sean requeridos. Al mismo tiempo, contar con una conectividad robusta y de baja latencia, permitirá a estos centros operar sus instrumentos de manera remota, ahorrando recursos y asegurando la continuidad de sus funciones, aún en condiciones geográficas y ambientales extremas.

Como comenta Jorge Ibsen, Head of Computing en el Joint ALMA Observatory, “la presencia de un PoP facilitará el acceso a conectividad en el Llano de Chajnantor para otras instalaciones astronómicas, para la transmisión de datos científicos”.

El primer centro en firmar el acuerdo para conectarse a REUNA es el Observatorio CCAT, integrado por la Universidad de Cornell y un consorcio alemán, formado por la Universidad de Colonia, la Universidad de Bonn y el Instituto Max Planck de Astrofísica. El componente principal del Observatorio será el “Telescopio submilimétrico Fred Young” (FYST), actualmente en etapa de construcción en el Cerro Chajnantor y, aunque se espera que su primera luz sea en 2024, ya se realizó la primera prueba conceptual de tráfico entre el PoP de REUNA y la Universidad de Colonia, conectada a la red académica de Alemania (DFN) y pasando todo el tráfico por redes académicas internacionales. La prueba antes descrita consistió en utilizar un canal de 1 Gbps para la transferencia de datos, lográndose una velocidad promedio superior a los 930 Mbps, resultando todo un éxito. 

Investigación de frontera, sin fronteras

Desde el punto de vista técnico, la ejecución de este proyecto representa un tremendo desafío, que solo es posible superar gracias a la cooperación de todos los involucrados. Como explica Albert Astudillo, gerente de Tecnología de REUNA: “La conectividad física para cada uno de los proyectos astronómicos se logrará a través de una sinergia de esfuerzos de distintos actores, quienes, dependiendo de la montaña en la que se encuentre instalado el observatorio, trabajan de manera colaborativa, aportando infraestructura para lograr el objetivo final, que es una última milla en fibra óptica. Una vez recibidos los datos en el PoP de Chajnantor, serán transportados a Antofagasta, y desde ahí, a través de la troncal de REUNA, hasta Santiago, para luego ser transferidos al exterior, mediante las Redes Internacionales de Investigación y Educación”.

A nivel global, las redes académicas brindan servicios de conectividad dedicados, que responden a los exigentes requerimientos de capacidad y seguridad de los centros astronómicos y científicos más importantes del mundo, así como también de miles de universidades e instituciones culturales en más de 140 países, facilitando el intercambio de información, el acceso a recursos compartidos y la colaboración entre personas, sin importar su ubicación geográfica.

En Chile, REUNA cuenta con una plataforma digital de 11.000 kilómetros, totalmente respaldada, y que está interconectada a las redes académicas internacionales RedCLARA (América Latina) y GÉANT (Europa). Esto, le permite entregar servicios con tráfico expedito y baja latencia a los principales nodos de conectividad, ubicados en América del Norte, Europa, Asia, África y Oceanía.

Como destaca Paola Arellano, directora ejecutiva de la Corporación, “nuestra red cuenta con canales de 100 Gbps entre Antofagasta y Santiago, y gracias a que REUNA es parte del proyecto BELLA, la conectividad internacional desde Chile hasta Europa también pasa por canales dedicados de 100 Gbps, lo cual garantiza una conectividad de primer nivel para todos los proyectos astronómicos, actuales y futuros, instalados en el Llano de Chajnantor”.

Por más de 20 años, REUNA ha trabajado en conjunto con los mayores proyectos astronómicos emplazados en Chile, aportando con su experiencia en la implementación y posterior operación de infraestructuras de redes digitales diseñadas especialmente para satisfacer sus necesidades. Algunos ejemplos son: el Observatorio Vera C. Rubin de AURA, actualmente en construcción en la región de Coquimbo y que generará aproximadamente 20 terabytes de datos por noche; los observatorios Paranal y La Silla (ambos de ESO), Cerro Tololo y Gemini Sur (ambos de AURA) y Observatorio Las Campañas. Este espíritu de cooperación es la esencia de la comunidad de la red global de I+E.

RECONOCIMIENTO

BELLA II recibe financiamiento de la Unión Europea a través del Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional (NDICI), bajo el acuerdo número 438-964 con DG- INTPA, firmado en diciembre de 2022. El período de implementación de BELLA II es de 48 meses.

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