La misión Copernicus Sentinel-4 se lanzó con éxito el 1 de julio de 2025 desde Cabo Cañaveral y ya está en órbita. Se trata de la primera misión geoestacionaria de Copernicus dedicada específicamente a vigilar la calidad del aire sobre Europa, mejorando así las capacidades de observación de la Tierra de la UE.
Sentinel-4 lleva un espectrómetro UVN (ultravioleta, visible, cercano al infrarrojo) de última generación diseñado para medir con precisión contaminantes atmosféricos clave como el ozono (O₃), el dióxido de nitrógeno (NO₂), el formaldehído (HCHO), el dióxido de azufre (SO₂) y los aerosoles.
Una vez calibrado, el satélite proporcionará datos horarios sobre la composición atmosférica. Esta información ayudará al Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus (CAMS) a proporcionar información en tiempo real a científicos, responsables políticos y agencias medioambientales, contribuyendo así a los esfuerzos por reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire en toda Europa.
La misión contribuye directamente a las políticas medioambientales de la UE, incluida la Directiva sobre calidad del aire ambiente y el Plan de Acción Contaminación Cero.
Copernicus es el componente de observación de la Tierra del Programa Espacial de la UE.